La exposición Recorridos de la Mirada ofrece una visión plural sobre una Colección que engloba un amplio abanico de técnicas y expresiones del arte actual Español y Portugués como la pintura, la escultura, el dibujo, la fotografía, el vídeo y la instalación.

A través de una selección de obras especialmente creada para el Espacio Cultural Mira, observamos que el énfasis está puesto en su diversidad, más que en una unidad formal o temática. A pesar de ésa consideración existen muchas conexiones de diferentes tipos que unen los trabajos expuestos.

Se conforman por lo tanto una pluralidad de miradas que resuenan a lo largo de toda la muestra, creando recorridos que nos invitan a reflexionar sobre nuestro mundo, y que nos descubren imágenes que nos remiten tanto a las huellas del pasado como a diversos aspectos cotidianos, culturales, sociales, económicos y formales de nuestra actualidad.

Además de ser ilimitada, polisémica, histórica, singular y patrimonial, una colección de arte es multifacética. No se puede entender de manera lineal porque sus obras no tienen una narrativa en común, que las vertebre a todas en una sola historia, sino que se construyen y reconstruyen con cada discurso curatorial. La virtud proteica del arte contemporáneo favorece la creación de nuevos caminos por los que el espectador puede transitar sin temer infringir los significados de las obras, ya que estos son ahora abiertos y permisivos con interpretaciones alternativas a la ortodoxa versión del artista.

En estas últimas décadas no solo los artistas han ganado libertad, también el que mira está legitimado para aportar sentido a la obra contemporánea. Algunas corrientes fundamentales en el pensamiento del último siglo como la hermenéutica nos han llevado a aceptar que ninguna obra está completa hasta que se expone a la interpretación del espectador. En los procesos creativos de los artistas contemporáneos este hecho tiene un gran peso, de modo que la figura hipotética del que mira es un factor especulativo constante durante la producción de las obras.

La multiplicidad de facetas posibles que habita en una colección de arte evita la visión lineal, y descubre una concepción poliédrica. Cada uno de los lados sería una temática susceptible de ser desarrollada en el seno de la Colección. Por supuesto, cada temática puede estar integrada por decenas de obras que a su vez poseen la cualidad de participar en otras temáticas diferentes. Cuando se alude a la polisemia de una colección se ya no se piensa en  las obras como unidades de significado; ahora al mencionar el carácter multifacético se están considerando esas mismas unidades de significado en tanto en cuanto se relacionan en un conjunto temático.

Todo esto permite afirmar que una colección es un conjunto de excepcionalidades, de ahí su naturaleza irrepetible y sus rasgos más auténticos. De igual manera, una colección corporativa como ésta no está carente de personalidad, ya que la adquiere de la propia corporación y también del asesor de realiza las adquisiciones. La línea que marcan las obras ya incluidas en la Colección desde sus comienzos es una pauta a seguir a la hora de realizar nuevas incorporaciones. Asimismo, la Colección de la Fundación Coca-Cola adquiere su distintivo de las motivaciones por las que fue creada y de las aspiraciones que la llevan a seguir creciendo.

La Colección de la Fundación Coca-Cola, quizá porque sus artistas están en activo y la gran mayoría son jóvenes o  quizá por la presencia de las diversas disciplinas y formatos actuales, tiene muy acentuada esa propiedad. Esta cualidad le permite ser repasada una y otra vez descubriendo en cada momento nuevas reflexiones hasta entonces ocultas por la profusión de obras que forman parte de ella. Que una colección se desvele de manera progresiva es la mejor garantía de la calidad de las obras. De modo que en el caso de esta Colección podemos estar seguros de que existe una correspondencia directa entre la posibilidad de trazar múltiples relaciones entre las obras, el interés artístico de las mismas y los distintos recorridos que la mirada del espectador pueda crear.

El objetivo prioritario de la Fundación Coca-Cola ha sido desde sus inicios poner la Colección al servicio de la sociedad, objetivo que se ve satisfecho cuando se depositan las obras en el Domus Artium 2 de Salamanca en el año 2009, donde el público puede disfrutar de sus fondos en distintas exposiciones temporales. A lo largo de su trayectoria, la Colección ha desarrollado una importante y continuada labor de difusión mediante el préstamo de obras y la organización de exposiciones de sus propios fondos dentro y fuera de España.

Esta muestra recoge las numerosas sinergias generadas por las obras expuestas y desea tener el privilegio de compartirlas con los visitantes, haciéndoles partícipes de una auténtica vivencia estética fiel reflejo de la creación contemporánea.

Lorena Martínez de Corral