Los Museos llevan décadas en plena transformación de su esencia:  como son sus contenidos, su arquitectura, sus funciones o su público. Se debaten entre ser el lugar de conservación de la memoria, ante el riesgo del olvido, o ser un centro en donde se investigue y experimente sobre otras formas de aproximación al arte y al pensamiento, como espacio de discusión social y política. Un lugar abierto en donde se tenga en cuenta la diversidad de los públicos, ya que el número de visitantes y su disparidad es cada vez más amplio, y estos deben de tener la posibilidad de encontrar una pluralidad de niveles de lectura en la instalación de la colección, que obviamente constituye su columna vertebral, así como en sus exposiciones temporales; pero que siempre estas muestras se puedan articular con otras esferas de la creación, como la música, la poesía o la arquitectura.

El Ateneu, en este su tercer Ciclo sobre Arte, ha invitado a cuatro ponentes con trayectorias muy diversas dentro de diferentes instituciones, para hablar sobre cómo acercar el arte contemporáneo en sus museos a todos aquellos que sienten curiosidad y no saben cómo enfrentarse a él y que para aquellos ya familiarizados con la creación actual, sus aportaciones sean una fuente de sugerentes temas de reflexión y confrontación.